martes, octubre 30, 2007

Noche de máscaras


Recibí una curiosa invitación para ir a una fiesta de máscaras en una casa por el centro de Madrid, y como es lógico no me pude resistir, quería ver a unas conocidas que sabía iban a asistir.
Para entrar en la casa sólo se pedían tres cosas, máscara , capa, y bebida. Fuimos pocos los que llevamos capa.

Fue una noche muy interesante, el anonimato de las máscaras dio pie a muchas miradas intensas, ya que las máscaras centran las miradas en los ojos, bueno en los ojos y en los labios, sonrisas.

Como os podeís imaginar me perdí entre tantos ojos y tantas sonrisas, como siempre me encapriché de una sonrisa, una sonrisa cantarina que estaba de paso, una sonrisa de otras tierras...

Una sonrisa que se perdió en las sombras de la fiesta, no me puede despedir de ella cuando me fui a llevar a mis amigas a su casa...

Sólo recuerdo su sonrisa, no sus ojos, tardaré unos pocos días en olvidarla, ojalá tenga oportunidad de volver a disfrutar de dicha sonrisa (nunca se quitó la máscara), sólo sé de dónde vino, su nombre, y cómo es su sonrisa.

También sé que existen posibilidades de volver a verla, la próxima vez sin máscaras de por medio...